¿Sabías que tener una mascota en casa puede mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores? Así lo demuestran varios estudios e investigaciones que han analizado los efectos positivos de convivir con un animal, especialmente si se trata de un perro o un gato. En este artículo te contamos algunos de los beneficios más importantes de tener una mascota en la tercera edad y te damos algunos consejos para elegir la más adecuada.
Beneficios de tener una mascota en la tercera edad
Tener una mascota en casa puede aportar muchas ventajas a las personas mayores, tanto a nivel físico como mental y emocional. Algunos de estos beneficios son:
- Contacto físico, cariño, alegría, compañía y diversión. Las mascotas ofrecen un afecto incondicional y una presencia constante que ayuda a reducir la sensación de soledad y aporta alegría al hogar. Además, estimulan los sentidos y el humor de las personas mayores con sus juegos, movimientos y sonidos.
- Estimulación mental y cognitiva. Las mascotas requieren atención y cuidados que mantienen activa la mente de las personas mayores. Además, favorecen la memoria y el aprendizaje al recordar sus nombres, hábitos y necesidades. También pueden ayudar a prevenir o retrasar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
- Actividad física y salud cardiovascular. Las mascotas, especialmente los perros, fomentan el ejercicio físico al salir a pasear con ellos o jugar en casa. Esto mejora la circulación sanguínea, la presión arterial, el colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, que son factores de riesgo para la salud.
- Reducción del estrés, la ansiedad y la depresión. Acariciar, abrazar o mirar a una mascota produce una sensación de tranquilidad y relajación que reduce los niveles de estrés, ansiedad y depresión. Además, las mascotas liberan oxitocina, una hormona relacionada con el amor y el vínculo afectivo, que aumenta la autoestima y el bienestar emocional.
- Seguridad y protección. Las mascotas pueden servir de alarma en caso de emergencia, como un incendio, un robo o una caída. También pueden detectar cambios en el estado de salud de sus dueños, como una bajada de azúcar o una crisis epiléptica. Además, transmiten una sensación de seguridad y confianza a las personas mayores. ¿Cómo elegir la mascota ideal para una persona mayor? A la hora de elegir una mascota para una persona mayor hay que tener en cuenta varios aspectos, como sus gustos, hábitos, capacidades y necesidades. No todas las mascotas son iguales ni se adaptan al mismo estilo de vida. Por eso es importante consultar con un experto antes de tomar una decisión.
Algunos factores que hay que considerar son:
- El tamaño y la raza de la mascota. Hay que escoger una mascota que sea fácil de manejar y transportar por la persona mayor. Por ejemplo, los perros pequeños o medianos suelen ser más adecuados que los grandes o los cachorros, que tienen más energía y requieren más cuidados. También hay que tener en cuenta el carácter y el temperamento de la mascota, que debe ser tranquilo, sociable y obediente.
- El espacio disponible en el hogar. Hay que asegurarse de que la persona mayor tiene suficiente espacio para alojar a la mascota y para que esta pueda moverse con comodidad. También hay que verificar que el hogar cumple con las condiciones higiénicas y sanitarias necesarias para evitar problemas de salud tanto para la persona como para la mascota.
- El presupuesto económico. Tener una mascota implica unos gastos regulares en alimentación, higiene, veterinario, vacunas, desparasitación, etc. Hay que calcular si la persona mayor puede asumir estos gastos y si cuenta con algún tipo de ayuda o subvención para ello.
- El apoyo familiar o social. Tener una mascota no debe ser una carga para la persona mayor, sino una fuente de satisfacción y bienestar. Por eso es importante que la persona mayor cuente con el apoyo de su familia o de su entorno social para cuidar de la mascota en caso de que ella no pueda hacerlo por algún motivo. También es conveniente que la persona mayor participe en actividades o grupos relacionados con las mascotas, como asociaciones, clubes o voluntariados, para ampliar su red social y compartir experiencias.
Según un estudio realizado por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) en 2019, el 40% de los hogares en Quito tiene al menos una mascota, siendo los perros y los gatos los más populares. El estudio también reveló que el 70% de los dueños de mascotas considera que estas mejoran su calidad de vida y su salud.
Además, en Quito existen varias iniciativas que promueven los beneficios de tener una mascota en la tercera edad, que busca fomentar la adopción responsable de animales abandonados por parte de personas mayores.
Tener una mascota en la tercera edad puede ser una experiencia muy positiva y enriquecedora para las personas mayores, siempre y cuando se elija la más adecuada y se le brinde los cuidados necesarios. Las mascotas pueden aportar muchos beneficios a nivel físico, mental y emocional, como mejorar la salud, reducir el estrés, aumentar la autoestima, combatir la soledad y proporcionar compañía y diversión.
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